foto portada: Tierra del Toro
Manuel Recio Abad. suiteinformación.- En la poligonal plaza de toros “El Arenal” de La Línea de la Concepción, Cadiz, se ha celebrado una corrida de toros, primera de feria, segundo festejo tras la novillada, actuando como único espada el diestro sevillano Borja Jiménez, que reaparecía después del grave percance del día 7 de julio, día de San Fermín, ante un toro de La Palmosilla, en Pamplona. Con tan sólo doce días de recuperación, el de Espartinas ha lidiado una corrida completa de Victorino Martín, bien presentada, con cuajo, en tarde fresca de viento de levante y con la mitad del aforo cubierto. Presidía D. Antonio Ortega en tarde sin incidencias de importancia y concesión de cinco orejas cortadas a ley.
Recibía en los aledaños del coso al público asistente un coro de antitaurinos pancarta en mano donde se leía la palabra “tortura”y sostenida por aquellos que no consideran como tal mantener pájaros enjaulados, perritos falderos de engorde y camilla y a los cuales llegan a humanizar de forma ridícula.
Tras un merecido y emotivo homenaje previo al maestro Ruiz Miguel por ser el diestro que más toros de esta divisa ha lidiado en la historia, lo que agradeció desde el centro del ruedo, fue Borja Jiménez quien recogió la ovación del público en reconocimiento a la gesta que estaba a punto de dar comienzo. Presente en el callejón el maestro Juan Antonio Ruiz “Espartaco” siempre fiel a su paisano.
El primer toro de nombre “Meloncillo”, número 27, cárdeno bragao meano, puntea el capote impidiendo ejecutar lances de recibo. Derribó en el primer encuentro. Bronco en la embestida recibe un segundo puyazo bien colocado. Bien pareado en el segundo tercio, Jimenez brinda al maestro Francisco Ruiz Miguel e inicia la faena de muleta con una tanda de derechazos. Dos tandas más rematadas con pases de pecho que hacen que suene la música. Al natural consigue ligar varias series con la mano muy baja dejando la muleta en la cara tras cada pase. Media estocada, pinchazo y entera al tercer intento. Ovación. Aplausos para este buen victorino en el arrastre. El segundo en el orden de lidia fue “Matacanes”con el 93 en el costillar, cárdeno oscuro, silleto, sale suelto de los embroques, echa las manos por delante y quiere coger por abajo. Colada por el pitón izquierdo. Recibió dos puyazos. Inicio de faena al natural sin probaturas, consiguiendo dos excelentes tandas. Vuelve a colarse. Situación bien resuelta por el de Espartinas. Algo de velocidad en la faena. Mata de tres pinchazos y estocada casi entera. El toro dobla al segundo intento con el descabello. Palmas.
Sale por la puerta de toriles el tercero de la tarde, estampa completa del victorino, “Mindango”, número 81, cárdeno arromerado bragao, engatillado de pitones, aplausos en su salida al ruedo. No consigue Jimenez meterlo en el capote como a él le gusta y siente el toreo de capote por verónicas. Se queda corto, parándose el astado en el encuentro con los vuelos del capote. Bien picado y presentó alguna complicación para los rehileteros que parearon sin embargo correctamente. Muy bien las cuadrillas en la lidia de los seis toros. Brindis al público desde el centro del ruedo e inicio de faena al natural con cambio de manos en los remates y pases de pecho con alguna trincherilla. Se le ve más aplacado en la faena al matador. Consigue meritorias tandas por ambos pitones destacando una serie con la izquierda ligando medios pases que es lo que “Mindango” exigía. Estocada entera algo desprendida y descabello al segundo intento. Petición y oreja.
Tras una copiosa merienda, como es costumbre arraigada en los cosos campo gibraltareños, saltó al ruedo el cuarto, el mejor del encierro al que Borja Jiménez vio y entendió desde su salida. “Escrupulillo” dio sobradas muestras de bravura y nobleza, recibiéndolo por verónicas abriendo el compás y bajando las manos en cada pase. Cumplió en la suerte de varas. Pedia cercanías y así lo entendió el matador que hizo una faena medida, en la distancia Justa, por ambos pitones, rematando las tandas con pases de pecho y de trinchera. Quizás adoleciera de falta de variedad pero no puede ponerse ninguna objeción a una gran faena rematada con una soberbia estocada. Dio tiempo al bravo ejemplar de Martín para echarse sin molestarle. Dos orejas. Un gran toro este “Escrupulillo” al que se le dio la vuelta al ruedo.
El Quinto de la tarde de nombre “Mítico” se escobilló un pitón al rematar de salida en un burladero. Un cárdeno chorreao, que no fue con decisión al capote, más bien precavido y con las manos por delante. Tomo dos puyazos durmiéndose en el peto. Buen segundo tercio. Lo recibe con la muleta un Jimenez que daba ya signos de dolor por la reciente cogida. Doblones por bajo en posición genuflexa, basa la faena toreando al natural. Con la derecha consigue alargar sus pases con hondura, a pies juntos, rematando bien las tandas con pases de pecho de muy buena ejecución y cambios de manos muy toreros. Mató de estocada y un certero descabello. Dos orejas.
El cárdeno claro que quedaba en los chiqueros, el de más cuajo y báscula, “Dirigido”, herrado con el número 6, salió en sexto lugar, siendo aplaudido por su trapío y belleza. Lo recibe un cada vez más mermado Borja Jimenez, por delantales, rematados con media. Que mérito torear así!!!. Perfecto segundo tercio con tres pares de banderillas que hicieron desmonterarse a sus autores. Con la muleta nada se pudo hacer pues sólo medias arrancadas y algún otro arreón fue lo que dio de sí este “Dirigido” que el matador dirigió pronto al desolladero con media estocada tras pinchazo y tres descabellos pues se tapaba echando la cara arriba.
Y esto fue todo en tarde apacible, con un encierro bien presentado por Victorino Martín y sólo destacar la gesta de Borja Jiménez matando los seis toros encontrándose aún en recuperación. Cinco orejas en el esportón. La anécdota de la tarde la protagonizó el maestro Francisco Ruiz Miguel paseando a hombros a Borja Jiménez, dando la vuelta al ruedo y sacándole de la plaza. Genio y figura.