CAPA España, el sello de producción de documentales de grupo iZen, con Tomás Ocaña al frente, pasó por el Festival de Málaga con ‘La última lidia’, un largometraje que reflexiona sobre la polémica tauromaquia.
El origen de este documental está en las preguntas que el periodista recibía en sus viajes por Estados Unidos y Latinoamérica: «Me hacían muchas preguntas sobre los toros, cada vez que decía que soy español, me asociaban con los toros y nunca encontré un documental que explicara esta tradición. Así que, nos sentamos Adolfo Moreno y yo para escribir ‘La última lidia’, en el que pretendemos mostrar qué es la tauromaquia desde todos los ángulos», asegura Ocaña en conversación con Audiovisual451.
Pero el verdadero vertebrador de ‘La última lidia’ es el torero Saúl Jiménez Fortes y su corrida en La Malagueta en agosto de 2022 con Tabacalero, toro bravo criado en la dehesa gaditana. «Tardamos tres años en encontrar a un torero dispuesto a hablar. Ha sido de los principales escollos. Teníamos claro que necesitábamos un protagonista para contar su historia y para que se sentara a hablar sobre si una tradición así tiene sentido en el siglo XXI. No ha sido fácil. Recibimos varias negativas hasta que dimos con Saúl Jiménez Fortes, es un torero reconocido, valiente que, además, estuvo dispuesto a tener esta conversación desde un punto de vista muy intelectual y formado«, revela Ocaña.
Para Moreno, Saúl Jiménez Fortes es «fascinante como personaje porque es un torero que sufre epilepsia, lo cual llevará a la audiencia a preguntarse por qué se complica más la vida.» El rodaje se ha llevado a cabo entre Málaga, Conil, Antequera, Madrid, Barcelona y Pirineos. En total, cinco años de trabajo entre búsqueda de protagonistas, producción, pandemia y edición.
Y todo gracias a un equipo formado por Ismael Morillo, subdirector, realizador y guionista, «su experiencia en ficción nos ha permitido hacer un documental muy cinematográfico, nos ha permitido hacer que el espectador vaya a quedar prendado de los personajes»; Carmen Estirado, redactora y guionista, «clave para seleccionar a las personas que han prestado su testimonio delante de la cámara»; Yago Panea, jefe de montaje; Hortensia López, jefa de producción. «Ellos han estado trabajando muchísimos meses y muy duro, son el corazón del proyecto», aseguran los creadores.
Ocaña y Moreno insisten en que con ‘La última lidia’ pretenden «explicar cuestiones de la sociedad de hoy, cómo valoramos el valor, cómo vemos la muerte, y Saúl tiene reflexiones al respecto, desde la duda, además, lo cual es idóneo para hacerse preguntas sobre si, como sociedad, estamos dispuestos a convivir con quienes no opinan como nosotros. Hemos planteado una reflexión casi filosófica. La reflexión y la conversación respetuosa es algo positivo y que a la tauromquia le viene bien.» E insisten: «No buscamos que nadie cambie de opinión, simplemente planteamos un ejercicio de escuchar al otro, de aprender. ‘La última lidia es un documental tan protaurino y antitaurino.»
Tras su paso por el Festival de Málaga, donde ‘La última lidia’ agotó las entradas en 24 horas, CAPA España desea que el documental tenga la máxima distribución posible, «quizá una plataforma, con la variedad de catálogo que tienen, sea el lugar más idóneo, también para llegar a un público muy amplio», añade Ocaña. La obra prevé llegar igualmente a varios festivales.
Tomás Ocaña: «Hay muchas historias reales que contar y, afortunadamente, cada vez hay más ventanas para contarlo.»