Manuel Recio Abad. suiteinformación.- Se ha transmitido en la tradición cristiana que haciendo Jesucristo el Vía Crucis, camino del Gólgota para ser crucificado, en una de sus paradas, se acercó una mujer que llevaba en sus manos un paño blanco y que lo aplicó a su rostro, para limpiarle su sudor, las lagrimas y gotas de sangre procedentes de las heridas que le habían ocasionado al imponerle una corona de espinas, además de los golpes recibidos la noche anterior. En el paño quedó impreso el rostro de Jesús, en una imagen a la que los años han dado el nombre de Divino Rostro. Verónica era su nombre, Serafia en hebreo y a ella y su gesto se debe la denominación de este singular y apreciado lance de capa, fundamental en toda buena faena de corte clásico.
La historia de la tauromaquia no se entendería en su plenitud sin la aportación artística de pintores, escultores, compositores musicales, el maestro Manuel Rojas, creador de “ Nerva”,Alvarez Alonso, Marquina, Penella, Orozco, autores de pasodobles eternos; escritores…. Goya, Manet, Zuloaga, Cassatt, Sorolla, Picasso, Dalí, Miró, Romero de Torres… artistas que sintieron fascinación por los toros.
La muerte de Pepe Hillo inspiró al inmortal pintor de Fuendetodos, Francisco de Goya y Lucientes para grabar su universal Tauromaquia.
El toro está presente en la literatura universal de la pluma de Federico García Lorca y su desgarradora elegía poética “Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejias”, o en “Sangre y Arena”, de Blasco Ibáñez; “Fiesta”y “Verano Sangriento” de Ernest Hemingway…. Poetas como Gerardo Diego y Rafael Alberti dejaron numerosas muestras de su afición, así como José Bergamín con “La Música Callada del Toreo” y Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, José María Pemán, Jorge Luis Borges, Miguel Angel Asturias, Pablo Neruda, Jorge Guillén o Jean Cocteau, entre otros muchos.
Pero el arte en lo taurino no tiene pausa y no hay lugar para el descanso. Así lo comprobé al llegar a mis manos un catálogo incluyendo una colección de pinturas inspiradas en unos extraordinarios lances a la verónica, protagonizados por quienes a juicio de su autor, el pintor almagreño Alvaro Ramos, mejor la supieron expresar, y aún saben interpretar, con la debida transmisión. Una colección de veintitrés maravillosos lienzo. que son un compendio histórico de las distintas maneras de interpretar el toreo de capote a la verónica , de ayer a hoy.
A través del trazo de Álvaro Ramos se pueden descubrir las verónicas de Victoriano de la Serna, Cagancho, Curro Puya, Manolete, Pepe Luis Vázquez, Manolo Escudero, Mario Cabré, Ángel Luis Bienvenida, Antonio Ordóñez, Antonio Gallardo, Luis Segura, Curro Romero, Rafael de Paula, Manolo Cortés, Curro Vázquez, Pepe Luis Vargas, Fernando Cepeda, Morante de la Puebla, Pablo Aguado y Juan Ortega. Colorido y enorme composición, donde es protagonista el matador de toros, expresando de forma singular la siempre valorada quietud en movimiento. Un total de 23 pinturas impresionistas, que recogidas en el catálogo titulado “De José a Juan”, incluye además, unas impecables e inspiradas descripciones literarias, comentarios sobre cada cuadro, cuyo autor es Gonzalo I. Bienvenida, más un erudito epílogo a cargo de Vicente Zabala de la Serna. Un entretenido, completo e ilustrativo ejemplar para el aficionado y también para quien no lo es, que bien resume las aportaciones artísticas de pintores y escritores actuales al prodigioso y aún desconocido para muchos mundo del toro, un sector de la sociedad, que quizá en parte por desconocimiento, se niega a reconocer en la tauromaquia tantos valores como aporta al ámbito cultural, la economía, el espectáculo y el arte.
Esperamos con los brazos abiertos en clubes, peñas y asociaciones taurinas a todos aquellos que quieran acercarse para conocer e iniciarse en este mundo tan diferente a todo, para que así puedan opinar y elegir con verdadero conocimiento de causa el ser o no aficionado.