75 Aniversario Luctuoso
1947-2022
“Qué disgusto
se va a llevar mi madre…”
Manolete:
antes de morir…
«La Tauromaquia

es la pasión que nos une…»
Hagamos de éste 2022
el año más Taurino
a pesar de las adversidades…
Felipe de Jesús Estrada Ramírez.
Cronista de la Ciudad…
(Bibliografía al final del texto)
“Me retiro profesionalmente al final de la temporada…”
“La existencia que llevamos los toreros es muy triste.
De un lado para otro, sin descansar en ninguna parte,
cargados de angustias, llevando a cuestas
la vergüenza de las tardes malas
cuando el público se convierte
en una fiera ululante,
de terrible crueldad”.
“Siempre con una interrogación:
Dios mío, ¿cómo quedaré en esta corrida?
¿Me matará un toro esta tarde?”
“Y si la muerte me llega nunca me cogerá
en ese momento feo de la cobardía,
sino con el gesto rabioso del luchador…”
Manolete IV Califa de Córdoba;
entrevista concedida en julio
a José María Carretero,
“El Caballero Audaz”,
en el diario “Jornada”
Cansado y harto de la ardua lucha de ser la primera figura, de arrimarse todas las tardes, de ser exigido por los públicos de todas las plazas que pagaban caro los boletos, llega Manolete a Linares, al encuentro con su destino… Era la feria de San Agustín en Linares, una pequeña ciudad andaluza de la provincia de Jaén; Los miuras no debieron ir a Linares. Don Eduardo tenía la corrida apalabrada para la feria de septiembre en Murcia, y sólo el empeño de Pedro Balañá Espinós el gran empresario barcelonés, que ese año manejó también la plaza de Linares consiguió la permuta; el destino de Manolete era enfrentar a Islero… El Monstruo, el IV Califa de Córdoba, acudía a su cita con el destino aquella fatídica tarde de jueves 28 de Agosto de 1947, en el coso de Santa Margarita…

Tenía 30 años de edad y la vida había sido siempre torear desde que pisó una arena en una plaza nunca dejó de hacerlo hasta su último día en Linares… 3 décadas derrochando arte, valor como nadie, con los pies clavados al piso, el dominio con la largura de los brazos y el temple con el mando de la muñeca, revolucionando el toreo… Fue ante todo uno de los grandes en la suerte suprema de toda la historia… “Yo solo sé matar por arriba, en el hoyo de las agujas”; decía Manolete y eso forma de efectuarla suerte suprema fue lo que lo mató… Eran seis seleccionados toros de don Eduardo Miura, para los alternantes, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, que vestía un terno grana y oro, Manuel Rodríguez “Manolete”, de rosa pálido y oro acompañado de un capote de paseo de color blanco con flores bordadas en distintos colores y Luis Miguel Dominguín, con traje verde y oro. La corrida que presentó Don Eduardo Miura en Linares aquel trágico día, según el puesto de lidia en la corrida: 1 de nombre “Papirote” nº 6, negro listón con 5 años en la boca y 263’50 Kg. en canal; 2 de nombre “Amargoso” nº 39, negro bragado con 5 años en la boca y 279,500 Kg. en canal; 3 de nombre “Azafrán” nº 4, negro mulato con 5 años en la boca y 266 Kg. en canal; 4 de nombre “Curtidor” nº 12, negro entrepelao con 5 años en la boca y 289,500 Kg. en canal; 5 de nombre “Islero” nº 21, negro entrepelao y bragado con 5 años en la boca y 295 Kg. en canal; 6 de nombre “Latiguero” nº 29, nevado y girón con 5 años en la boca y 296 Kg. en canal… Fue la primera corrida en la Feria y Fiestas de San Agustín, en que el coso de Linares, en la provincia española de Jaén… Los tendidos estaban con un lleno hasta las banderas… Comenzó puntual a las cinco de la tarde, las cuadrillas inician el paseíllo, en el tendido ovacionan y aplauden es un público que está de fiesta e impaciente… Los tres diestros van tocados con la montera, recorren el albero de la plaza de Linares… Terminado el paseíllo, con los aplausos y piden a Manolete, “El Monstruo”, que salga al tercio, sale y montera en mano agradece la ovación, invitando a sus dos alternantes a que compartan los aplausos…

El apelativo de El Monstruo se lo puso el crítico K-Hito después de que les cortara a los toros Tolosano y Afligido del Conde de la Corte cuatro orejas, dos rabos y dos patas en corrida celebrada en Alicante en el año 1943… El primero de la tarde, “Gitanillo” hace una faena completa, por lo que recibe una fuerte ovación con petición de oreja… Durante la lidia, surge la primera incidencia; el “Boni” es atropellado sin consecuencias a causa de un resbalón… El segundo de la tarde, lo recibe Manolete con unos extraordinarios lances y lo lleva hacía el caballo del “Pimpi” y al no aceptar los tres puyazos de rigor el Presidente desde el palco, cambia el tercio, Manolete mira a la presidencia con cierta sorpresa… El diestro está valiente y aunque el toro no tiene faena, él intenta sacarle algo, que no consigue; lo mata de un pinchazo y una estocada corta, recibiendo una fuerte ovación… En el tercero Luis Miguel, está colosal con pases de todas las marcas, caen al ruedo sombreros, y todo tipo de prendas vestir… Lo mata de dos pinchazos y un descabello, concediéndole la presidencia una oreja… Los subalternos le cortan al toro las dos orejas y el rabo, pero el público dice que no, mira al Presidente y éste le indica que una, tira el rabo y la otra oreja… Y da la vuelta al ruedo con una sola oreja, agradeciendo el trofeo concedido… El cuarto de la tarde sale con furia y “Gitanillo” lo mismo que en el primero está aseado con él, lo mata de una estocada y recibe palmas… Los clarines del miedo los hace sonar Francisco Hidalgo, clarinero de la plaza, para que salga de toriles el quinto de la tarde, “Islero”.Manolete, lo recibe con tres verónicas, que el toro las toma un poco frenado. Lo pica Ramón Atienza, y lo banderillean “Cantimplas” y Gabriel González, el toro corta el viaje a Gabriel que sale apurado… Manolete comienza la faena de muleta con cinco naturales impresionantes, y desafiando al Miura, comienza otra magnifica serie: naturales, molinete con rodilla en tierra y el público enardecido le tira toda clase de prendas al ruedo… La plaza es un delirio, don Alfredo Martos, que dirige la banda de música, hace interpretar el pasodoble, “Manolete”… Aquel día la música sonaba distinta… Sería sin nadie saberlo el último homenaje que iba a recibir El Monstruo los acordes de su propio pasodoble… Manolete, en el centro del ruedo, continúa su colosal faena, se pasa la muleta a la espalda para rubricar su obra con sus magistrales y personales “manoletinas”…


Se enfrenta a “Islero” desafiante, le acaricia el cuerno, precisamente ese cuerno que dentro de muy pocos segundos le inferiría la mortal cornada… Bernardo Muñoz “Carnicerito de Málaga”, le quiso entregar el estoque de acero en dos ocasiones, instándole a que abreviara, ya que se veía claramente que el miura presentaba peligro… Pero el grande Manolete lo rechazó haciendo que se tapara en el burladero… Por tercera vez se lo lleva su primo “Cantimplas” y le aconseja que termine la faena, pero Manolete estaba tan seguro de su triunfo que seguía una y otra vez toreando con esa vergüenza torera que demostraba cada tarde en cualquier plaza donde toreaba… Desde la barrera es aconsejado para que haga la suerte de la verdad con rapidez… El “Monstruo” quiere el triunfo, terminar esa tarde con gloria… Deseaba los máximos trofeos… Y vaya si lo consiguió… Entra a matar con el pundonor de un gran hombre, de un gran maestro, se encuna entre los cuernos del toro y clava el estoque hasta la bola, pero Islero al mismo tiempo hunde hasta la cepa el pitón en su muslo derecho… Se dijo que los destrozos causados en el triángulo de Scarpa atravesando por la vena femoral le produjeron la gran hemorragia … La cornada fue seca, se lo llevó hacia arriba, le dio la vuelta y lo tiró al ruedo y el diestro queda tendido en la arena desangrándose, sus subalternos, monosabios y asistentes, con rapidez lo llevan a la enfermería, el diestro iba pálido, muy pálido, lívido… Las asistencias se equivocaron de puerta al sacarlo del ruedo y tuvieron que desandar camino de la enfermería, mientras manaban chorros de sangre de la pierna del IV Califa… En la arena de Linares habían quedado dos regueros de sangre… Uno de “Islero” que se dirigió a las tablas y allí cayó muerto sin puntilla… Y el otro de Manolete rumbo a la enfermería… Los aficionados angustiados apreciaron la gravedad de la cornada y reaccionaron solicitando las orejas… La fotografía de la cogida mortal de Manolete daría la vuelta al mundo, fue captada por el genio de la lente Canito; sin embargo su autor no recibió ni una sola peseta, a pesar de las miles de reproducciones de la histórica instantánea… Pero Canito restó importancia a esa circunstancia: «He vivido como un millonario cuando he sido pobre. Eso es lo que te da estar rodeado de buenos amigos. A mí me dio mucha lástima lo de Manolete, porque se arrimaba siempre al máximo, iba a jugársela en todas las plazas, y no dejaba a nadie indiferente… Para mí, es y será el mejor torero del mundo…» El parte médico, firmado por el doctor Fernando Garrido Arboleda, reporta una herida profunda, en el triángulo de Scarpa, cuyas dos trayectorias afectaban masivamente el muslo derecho del torero, con rotura de la vena safena. Ya noche, operado y aparentemente estabilizado, el herido fue trasladado ¡En una camilla llevada a pie por la calle! al hospital de los Marqueses de Linares, simultáneamente, se descargaba sobre Linares un chubasco apocalíptico… Era el cielo llorando por Manolete… En el sexto de la tarde Luis Miguel, estuvo bien, pero el público estaba más pendiente de la enfermería que de su faena, abrevió y mató al toro. La corrida ya no tenía aliciente para nadie…
En la enfermería los doctores: don Fernando Garrido Arboleda, Garzón y Carbonell, tratan de parar la hemorragia, la operación duró unos cuarenta minutos, terminada ésta, sin conseguirlo lo trasladan a la habitación contigua, todos mueven la cabeza negativamente y surgen las primeras lágrimas en los ojos de sus acompañantes… “Carnicerito de Málaga” que había cortado las dos orejas y el rabo de “Islero”, concedidos por la presidencia, lleva los trofeos a la enfermería y cuando Manolete se recupera un poco, le pregunta: “¿Cayó el toro? ¿Me han dado alguna oreja? “Carnicerito” emocionado y con lágrimas en los ojos le contesta “las dos y el rabo Manolo”. El doctor Fernando Garrido hizo lo que tenía que hacer, cosió venas y arterias, y logró cortar la hemorragia… Manuel Rodríguez quedó estabilizado. Incluso pidió dar unas caladas a un cigarrillo… Muy débil, lo trasladaron, como un cortejo fúnebre en vida, al hospital de los Marqueses de Linares… Siempre culparon a los médicos de no haber decidido para salvar la vida. “No había cojones para cortarle la pierna a Manolete. ¿Y sabe usted por qué? Porque nadie se imagina a Dios con una pierna menos”, así lo escribe el periodista Tico Medina en su libro “El día que mataron a Manolete”. La posterior transfusión de un plasma defectuoso, inyectado por un doctor amigo, Luis Jiménez Guinea, acabó con el torero… En cuanto se lo suministró con toda la buena fe, Manolete suspiró un “No siento una pierna, no siento la otra… No veo”, y expiró de inmediato a las cinco y tres minutos de la madrugada del día 29 de agosto, después de diez horas de agonía… Murió el Torero e iniciaba la Leyenda… Las dos mujeres que ocupaban su corazón no pudieron despedirle… Ni Doña Angustias la cual se hallaba veraneando en San Sebastián, ni la actriz Lupe Sino, cuyo verdadero nombre era Antonia Bronchalo Lopesino, no pudieron acercarse al moribundo, no pudo despedirse de su amor… No la dejaron por temor a un posible matrimonio “in articulo mortis” se quedó aguardando al torero en Lanjarón, a donde jamás regresaría… La familia de Manolete y su apoderado la rechazaban… Manolete llevaba tiempo queriendo dejar los ruedos, se podía observar a través de las fotografías su fragilidad, el desgaste físico al que había llegado este torero, por dejar la vida en los ruedos… “Qué ganas tengo de que llegue octubre”, repetía una y otra vez. La presión era exigente cada tarde y en aumento. “El público solo está contento conmigo si voy camino de la enfermería…” A Manolete no lo mató Islero, ni el plasma… Su destino era la Gloria Eterna… Y compartirla con Joselito y los otros grandes toreros que han dejado su vida en los ruedos… El Monstruo, el IV Califa del Toreo, está más vivo que nunca… Asombraban aún hoy su verticalidad de ciprés y su regularidad en todas las plazas… Evolucionó el toreo de Belmonte con este “Pasmo” cordobés que enseñoreó la ligazón… Una figura irrepetible, con el aura del misticismo que solo envuelve a los grandes… Y Manolete, inmortal y rosa, es Mayúscula Leyenda… Manolete, cuando fue cogido de gravedad en la corrida de su presentación en México en el año de 1945 y unos periodistas que le visitaron en el hotel le hicieron la siguiente pregunta: «¿Pero usted vio que el toro se le venía encima? ¿Por qué, entonces, no se apartó?». Contestación de Manolete: «¡Ya lo creo que lo ví! Lo que ocurre es que yo no me apartaré de los toros mientras me llame Manolete…» Manuel Rodríguez “Manolete” era un predeterminado no podía ser otra cosa que ser Torero. En su sangre corría la vocación torera… Por parte de su madre, doña Angustias Sánchez, oriunda de Albacete estuvo casada con dos toreros: primero, con Lagartijo Chico, y, al enviudar, se casó con Manuel Rodríguez padre de Manolete. Su tío fue Bebe Chico y su tío abuelo era Pepete, que también murió en 1862 en la plaza de Madrid entre las astas de “Jocinero” otro Miura. La tragedia ya le traía en sus genes… El Archivo Histórico Provincial de Jaén dedicó su ciclo expositivo denominado «documento destacado» al 70 aniversario de la muerte de Manolete y publicó los siguientes textos… El 29 de agosto de 1947, a las 5,15 horas fallecía en el Hospital Municipal de la Ciudad de Linares Manuel Rodríguez Sánchez, conocido como “Manolete”. Así lo certificaba el Juez Municipal y Encargado del Registro Civil de Linares el 26 de julio de 1962. Los críticos taurinos hablan de las 5,07 horas. Atendido de urgencia en la enfermería del coso taurino, por la noche, en torno a las 10, fue trasladado al Hospital de los Marqueses de Linares, donde fallecería esa madrugada. El registro civil indica que la causa de la muerte “shock traumático”. El 28 de julio de 1962 se pedía al Juzgado Decano de Córdoba, que se acreditase el lugar donde fue inhumado Manuel Rodríguez y que se recibiese declaración de los familiares más cercanos, y así lo pidió el Juez de Primera Instancia e Instrucción de Linares. Realizadas las averiguaciones, el 2 de agosto de 1962 compareció Rafael Soria Molina, sobrino de Manolete, manifestando que su abuela, “doña Angustias Sánchez” no estaba en Córdoba y que en atención a su edad, 83 años en muy mal estado de salud y que habían transcurrido muchos años, el declarante podía prestar declaración y dijo lo siguiente: “La muerte de su tío, como todos saben, fue casual al torear una corrida en la Plaza de Linares y ser cogido por un toro, siendo el hecho casual y sin culpa por parte de persona alguna”. A su vez, desde el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud, de Córdoba, se escribió el 7 de agosto al Juez indicando que el cadáver ocupaba el panteón construido por sus familiares en el terreno cedido por el Ayuntamiento a tal efecto, e indicaba el número de parcelas que ocupaba, en el llamado Cuadro de San Nicolás. Un auto de 9 de agosto de 1962 daba por terminada la causa y la remitía a la Audiencia Provincial. El 15 de septiembre de 1962 la Audiencia Provincial de Jaén sobreseía provisionalmente la causa, con las costas de oficio…
Manolete es eterno como la Fiesta Brava,
está vivo y presente en cada tarde de toros…
¡Viva por siempre El Monstruo..!
¡Pero si no puede ser
lo vi con mis propios ojos
y no lo puedo creer !
¿ Sabe usted una cosa, mare?
! Hoy ha muerto Manolete
en la plaza de Linares !
Que momento más tremendo.
Lo he visto morir matando
le he visto matar muriendo.
Fue un torito traicionero
de la raza de Mihura
que le llamaban Islero.
Mucha casta, más bravura.
! Malhaya sea la fama
de los toros de Mihura !
Pero si no puede ser..
! lo vi con mis propios ojos
y no lo puedo creer !
¡Linares, Linares!
enluta tu corazón
con crespones y alamares
que ha muerto de la afición
el pilar de los pilares.
Tiene los ojos cerraos
el mejor de los toreros
también se llamó Manuel
lo mismo que el Espartero.
El as de los ases fue
mezcla de gitano y moro
Manolete el cordobés
su vida dejó en un toro.
En Córdoba se ha enlutao
el más alto minarete
que en la plaza de Linares
mató un toro a Manolete.
Estatua levantarán
al rey de la torería
pero no conseguirán
la majestad que él tenía.
¡Linares, Linares!
enluta tu corazón
con crespones y alamares..
Que ha muerto de la afición
el pilar de los pilares.
Pero si no puede ser..
! lo vi con mis propios ojos
y no lo puedo creer !