REDACCION. M. Recio. suiteinformación.– La historia poco o casi nada democrática de la nación española ha traído como lógica consecuencia la nula conciencia de la ciudadanía para incidir en las tomas de decisiones de sus gobernantes. El español se ha acostumbrado durante siglos a que se lo den todo hecho. Da igual si lo que recibimos es bueno o malo. No hay capacidad de reacción y esto se ha incrementado en estos cuarenta y cinco años de paz y progreso como no se recuerdan.
Estamos adocenados y rara vez pasamos la línea que separa la insurrección yendo más allá de un simple comentario de barra o entre cuñados en la cena de Navidad.
Nos han dado hecho que quien pierde las elecciones en realidad las gana y se acepta con total pasividad. Nos dieron hechos unos indultos de imposible concesión en un estado de derecho cuando los indultados, no sólo no dieron muestras de arrepentimiento, sino que además afirmaron que volverían a hacer lo mismo a la más mínima oportunidad.
Nos darán hecha una amnistía cargada de todo tipo de argumentos relativistas pero que mata irremediablemente el estado de derecho, el principio de división de poderes y el de igualdad ante la ley. A partir de ahora cualquier ciudadano puede elegir entre cumplir o no las leyes, puesto que si es el poder ejecutivo quien decide quién puede o no cumplirlas, quiebra la acción del poder judicial convirtiéndose en relativas todas sus sentencias. Nos dan hecha la barbaridad abusiva mayor que se ha producido en nuestra joven democracia y que allana el camino hacia el autoritarismo y el poder absoluto del ejecutivo.
La malversación de caudales públicos es un delito contra la propia administración que no puede quedar impune. Pero nos lo vuelven a dar hecho.
Hechas nos dan las mentiras envueltas en papel celofán para que se confundan con dulces caramelos con sabor a cambio de opinión. Tenemos un Tribunal Constitucional “progresista” que nos dará hecha la papilla sanchista para que la saboreemos sin provocarnos el más mínimo ardor de estómago cuando haga público su veredicto: “La sanchiamnistía es constitucional…..”.
Lo siguiente será darnos hecho un referéndum, que a buen seguro no tendrá tintes separatistas, sino tendente a preguntar a los mansos corderos, que antes todo lo permitieron, si prefieren monarquía parlamentaria o república. Todo hecho. M.Recio.