REDACCION. Xavi Altamirano. suiteinformación.- No fui capaz de escribir nada al día siguiente, me quede en blanco tras la sesión de la Ley de Amnistía.
Parece que lo estoy viendo . . . «Patxi, ve tú, que a mi me da risa»
Es muy difícil entender que un tío como Patxi López, un político que saco adelante una Lehendakadería complicadísima entre 2009 y 2012, que estuvo 7 años soportando la tremenda responsabilidad de presidir el Grupo Socialista en el Parlamento Vasco y 12 años en la Secretaría General del Partido consiguiendo dar la imagen de tío comprometido con sus paisanos y con sus principios, termine siendo el perrito faldero del peor y más impresentable Presidente de la historia de este santo país.
¿Cómo se dejó fusilar por todos? ¿Cómo no le dijo, ponte tú Pedrito?.
No pudo más que interpretar un canto de sirena, intentando ridículamente convencer de que lo mejor que nos ha podido pasar a todos los españoles, junto a los «separatas», es la Ley de Amnistía; ¡Qué daño le hemos hecho a este país, retrasándola tanto!. Tendrían que haberla hecho justo después de ganarle la moción de censura a Rajoy. Así contestó a todas las tortas que le llovían de uno y otro lado; un ridículo espantoso, que no consiguió disimular ni con las tablas que tiene en el escenario.
Patxi esgrimió desde el estrado, que el perdón es de buena gente, y que nuestra democracia estaba basada en una amnistía.
¡Pues si!
El perdón es de buena gente siempre y cuando se perdone al arrepentido, perdonar a quién amenaza con volver a hacerlo, es de gilipollas. Os convierte en malas personas, a ti, a tu peloteado Presidente y a todos los que habéis votado afirmativamente a esa corrupta Ley de Amnistía. En época del nacimiento de nuestra Constitución se amnistió a españoles que habían sido represaliados por pensar diferente, por luchar para conseguir la libertad de la que hoy disfrutamos todos; esos eran buenas personas, éstos son unos «mal nacidos».
Patxi López, te han tratado como a un pardillo dejándote solo ante el peligro, mientras el resto de los mamanabos, todos juntitos, se han dedicado a aplaudir al líder amado en la presentación de su librito, que ya te digo yo, no lo ha escrito él.
Patxi, te has caído. Ya no vales para nada.