Manuel Recio Abad. suiteinformación.- La conocida vianda murciana, repartida gratuita y generosamente por voluntarios de esa región a los valencianos, viene como anillo al dedo para hacer la consabida crítica al melifluo discursito del irresponsable presidente Sánchez. Pretende que los españoles salgamos a los balcones a aplaudir a las ocho de la tarde y digo yo que será por los fallos cometidos a la hora de activar los avisos de emergencias y la tardanza en ordenar y permitir la actuación del ejército, responsabilidad de ese Estado de todos en manos de incompetentes.
El gran problema de la política española, como afirma el gran orador, Catedrático de Derecho Canónico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla y juez en excedencia, abogado y parlamentario de VOX, José María Sánchez García, se debe a que la clase política está compuesta en su mayoría por un conjunto de personas que han hecho de ella su profesión. Se han clasificado a sí mismos como profesionales de la política, debido principalmente a que no tienen otro oficio o empeño útil. Esto supone una enorme desgracia para el pueblo español, ese que salva al otro pueblo, una dualidad, porque por desgracia siempre hubo mala gente dispuesta a dividirlo en dos. Que incultura y que absurdo más grande.
Tienen que ocurrir enormes desgracias para que caigamos en la cuenta de que nadie es más que nadie. Es entonces cuando no miramos ni carteras, ni cuentas corrientes, ni posición social, ni absurdas vanidades, porque la vida y la muerte están separadas por un finísimo papel de liar y que por aquí estamos de paso. Es entonces cuando nos ponemos a la tarea de ayudarnos sin límite ni medida y abrazarnos con sinceridad, cuando alguien así lo merece por su entrega sin ambages.
De pronto aparecen los políticos profesionales, en plena vorágine, para recordarnos que en modo alguno están dispuestos a perder su protagonismo, su estulticia y muchísimo menos sus cargos y prebendas. Pretenden darnos a diario un caldo con pelotas, pero frío y a degustar sin masticación. Las pelotas se atragantan y son imposibles de digerir cuando llegan al estómago, pero se nos olvida detrás de cada digestión. Pues al día siguiente más pelotas a la boca.
De Juan Eslava Galán es esta frase: “En la Antigua Roma, hasta el concejal de barrio tenía que demostrar su valía. Hoy cualquier analfabeto acaba en el Congreso”. No es necesario ser analfabeto para errar en relación a las responsabilidades que conlleva el cargo. Más impresentable resulta que los dos partidos que aún siguen siendo mayoritarios en las cada vez más preocupantes preferencias del votante español, utilicen una debacle humanitaria para echarse un estúpido e inoportuno pulso. Cuanta mezquindad hay en PSOE y PP, PP y PSOE, y sus cargos respectivos, responsables del desastre administrativo, pues tienen que aceptar ya sus miserables participaciones respectivas en unas consecuencias de pérdida de vidas humanas, que bien podrían haberse evitado primero y paliado después.
No más caldo con pelotas, ni mensajes vacíos de verdad. Basta ya, dimitan pues el pueblo que salva al pueblo ya les ha juzgado por sus nefandos actos e inhibiciones. Asuman ahora sus consecuencias.