Suite Información. Pedro Ignacio Altamirano. Andalucía, 27 febrero 2025. Siempre he estado y estoy, muy orgulloso de mis sentimientos andalucista, andaluces. Sin complejos y en continua evolución, intento adaptar el andalucismo teórico al práctico, más ahora que, retirado de toda actividad política y dedicado a labores de defensa de los derechos humanos en el Consejo Económico Social de Naciones Unidas, se ven las cosas desde otra perspectiva, mucho más independiente y práctico.
En los círculos andalucistas, siempre me han considerado de derechas, y la derecha me ha considerado de izquierdas, pero es normal cuando defiendes ideas propias enfrentadas a los conceptos teóricos y no prácticos. Hoy se comienza a ver algo de luz, la cosas del tiempo, que aunque, a veces, desde otro ángulo, siempre termina dando la razón a la razón. El andalucismo no es ni de izquierda ni de derecha, es andaluz, de todos los andaluces, ya lo adelantaba Blas Infante «Andaluces de todos los campos y partidos venid a esta labor, los hombres de ideas más opuestas, unidos por el ideal de una Andalucía grande y redimida«
Andalucismo, el error de base
Hay por tanto un error de base en al Andalucismo. Quizás por ello hemos fracasado, hasta ahora. El Andalucismo no podía ser, ni liberal ni de derechas. Quizás por ello, el dormido Partido Andalucista nunca supo encontrar su sitio, siempre luchando entre lo que quería ser y como en realidad se comportaba. Siempre quiso caminar por los senderos de la izquierda, en vez de ser como pensábamos que éramos, verdaderos liberales y demócratas. Teoría a la que siempre se han negado los más teóricos tumbados a la izquierda.
Desaparecido el Partido Andalucista, y con demasiados micro «partiditos», más peñas andalucistas que partidos, aferrados aún, a esa desfasada idea del andalucismo de izquierdas por encima de todo, el andalucismo deambulaba como balsas salvavidas en medio del océano tras el hundimiento del barco en el que navegaban. Parecía que tanto el “sentimiento andalucista, andaluz” desaparecía, más cuando llegó al poder Juanma Moreno, de manos de los votos de los andaluces, en elecciones democráticas y libres. Como demócratas, nada que objetar.
Andalucismo más allá de la izquierda o derecha
Ya lo advertí a los más duros del andalucismo mas a la izquierda: Juanma Moreno se hará con la bandera y el andalucismo. No me creyeron y me tacharon de nuevo de ser de derechas. Han pasado unos pocos años y el tiempo me ha dado la razón. Hoy el Partido Popular, con Juanma y su equipo más íntimo, del que resalto a Carolina España, se han ganado la admiración de un pueblo, el andaluz, acostumbrado a perder con el socialismo del PSOE, a ser hoy, un pueblo ganador y con un magnífico e ilusionante futuro, aunque esto no lo reconocerá jamás una izquierda más inmovilista que nunca.
Los hechos mandan. Los votos deciden, dan voz y callan. Nunca se ha hablado ni respetado tanto desde el gobierno andaluz la figura del Padre de la Patria Andaluza. Andalucía hoy más que nación, es pueblo. Se respeta la bandera más que nunca, se premia más la labor de los andaluces de la calle y no a los amiguetes y enchufados del PSOE, y las encuestas rompen las estadísticas al alta en el porcentaje de andaluces que se sienten orgullosos de serlo y reconocen la verde y blanca como su bandera, pero al mismo tiempo se sienten españoles sin complejos y con orgullo de pertenecer a esta increíble comunidad de pueblo que conformamos España.
Andalucismo, de la teoría a la practica
Suena duro y seguro que levantará ampollas, pero con Juanma Moreno, bien asesorado por ilustres y veteranos andalucistas, está recuperando el andalucismo más auténtico y popular, que no populista. Todos los andaluces hoy, menos los cuatro ultras extremistas del siempre al NO a todo lo que no sea, o se aproxime a sus ideas de pensamiento único, nos sentimos más andaluces que nunca y de lo que significa. Juanma Moreno está consiguiendo rescatar el andalucismo más teórico, para llevarlo al andalucismo práctico y útil para los andaluces, de ahí su éxito político y social.
Termino con otro grito, más actual que nunca, de Blas Infante a los andaluces: “Andalucía necesita de su juventud, pero de la juventud honrada , de la juventud trabajadora, de la que pone sus ideales fuera del camino trillado por la vulgaridad”.
¡Viva Andalucía Libre de pobreza!
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