Manuel Recio Abad. suiteinformación.- No debemos cansarnos de ver repetidamente las imágenes que los medios nos ofrecen de la zona de la calamidad. No nos hartemos de mirar cien veces si hace falta la triste realidad que nuestros compatriotas levantinos están sufriendo. Quien sea creyente que rece por todos ellos y pidamos a Dios que ilumine hasta a los más desalmados e insensibles frente a la adversidad.
El gobierno Frankestein, al igual que el monstruo en la ficción, anda despacio, se mueve con torpeza y como tiene colocada la cabeza perteneciente a otro cuerpo, anda lento de reflejos, enfadándose a causa de su propia impotencia, actuando entonces con muy malas intenciones. Esto es lo que padecemos para seria y duradera desgracia de todos los afectados por la dana. Una denominación esta tan suave como eufemística, para no llamarla por su consecuencia: gran riada.
El descontrol ha provocado un caos desorganizativo que pasará a los anales de la historia con su máximo responsable al frente. Sí, ese señor innombrable que quería ser recordado por haber sacado a España de la crisis económica y que su gafe amenaza con seguir trayendo sucesivas desgracias varias a la piel de toro.
El Estado Mayor anda revuelto y con razón. La ministra (con minúsculas) de Defensa, ha llegado a apartar al Jemad, el jefe, el almirante general Teodoro Esteban López Calderón, de la crisis de la DANA alejándole de la misma y a quien ni siquiera se le informa sobre la movilización militar más importante que nunca se ha realizado en época de paz.
Ya existen datos aportados por voluntarios de que hay personas aprovechándose de la situación para hacer negocio, apropiándose de todo el material de valor existente en las naves propiedad de muchas de las empresas damnificadas. Los convoyes de alimentos y medicinas están siendo parados no permitiéndoseles el acceso a los lugares donde más lo necesitan. La ropa donada es directamente desechada o almacenada, quedando sin ser distribuida.
El desgobierno sigue en sus trece y no declara la situación de emergencia nacional nivel tres, el más alto y de esta forma tomar el control del operativo de búsqueda y limpieza.
«Si la Comunidad Valenciana requiere más efectivos, maquinaria, financiación… Lo que tiene que hacer es pedirlo y se le suministrará inmediatamente». Son palabras de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Pasan los días y el desastre no cesa, no obstante la dura advertencia que los indignados ciudadanos de Paiporta, todos a una, protagonizaron en la visita de Don Felipe y Doña Leticia, Reyes de España, que aún no han entendido que de su acompañante el presidente del Gobierno, cuanto más lejos mejor.
Pidámosle a Dios todo lo necesario para paliar y resolver la situación del Levante español, porque si hay que pedírselo a Pedro Sánchez, Margarita Robles y Grande Marlaska, aviados estamos.