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En su extensa andadura por el Océano Atlántico desde la salida de A Coruña, habiendo recorrido aproximadamente unas 5000 millas náuticas enfrentándose a condiciones muy diversas, los participantes de la Global Solo Challenge (GSC) continuarán con su táctica meteorológica por el Atlántico sur acercándose a las proximidades de Tristán da Cunha, con el claro objetivo de encontrar lo antes posible los vientos predominantes del oeste que les “empujen” por los Océanos del sur hacia Cabo de Hornos.
A partir de ese momento les quedarán unas 12.000 millas por su proa rumbo al este, entre los cuarenta rugientes y los cincuenta aullantes en los Océanos del sur, antes de poner rumbo norte después de Cabo de Hornos. Sin duda el gran reto de esta competición, los tres grandes cabos a dejar por su banda de babor, probablemente la navegación más larga y dura que les deparará toda la regata de la vuelta al mundo.
El archipiélago de Tristán da Cunha lo componen seis islas, teniendo la isla principal el mismo nombre es el lugar habitado de la tierra más remoto (o el más alejado de cualquier otro lugar poblado). Su único asentamiento es Edimburgo de los siete mares, situado al norte de la isla. El resto de las islas están inhabitadas, a excepción de una estación meteorológica ubicada en el sureste de la isla de Gough que junto con Inaccessible, Nightingale, Stoltenhoff y Middle forman el archipiélago, abarcando desde los 40º22’S / 9º55’O de la punta sur en Gough hasta los 37º07’S /12º17’O del norte de Tristán Da Cunha.
Estas remotas islas del Atlántico sur eran, hasta hace no mucho, poco conocidas, siendo los navegantes que pasaban por sus cercanías en sus rutas hacia Sudáfrica y el Océano Indico, o los barcos que se dirigían directamente a ellas para el aprovisionamiento de los locales, los que más conocimiento tenían de las mismas.
La rotura del mástil el 21 de noviembre de 2011 del open 70 “Puma Ocean Racing” en la Volvo Ocean Race, que les hizo arrumbar hacia la isla de Tristán da Cunha a buscar refugio donde poder esperar para posteriormente ser recogidos por un carguero y transportados, tripulantes y barco, hasta Ciudad del Cabo, consiguió que la prensa internacional se hiciera eco de esta remota isla, haciéndose más conocida para el público en general.
Así mismo se dan casos de veleros que en contadas ocasiones buscan refugio por vientos contrarios, no muy comunes, que puedan complicar mucho la ruta hacía longitudes más al este. Los navegantes de la GSC también podrán contar con Tristán da Cunha en caso de circunstancias o situaciones adversas o extremas, siendo sin embargo una isla con prácticamente nulas posibilidades de refugio (a excepción de Edimburgo) muy agreste y sometida por la fuerza del océano.
La meteorología en la zona está marcada claramente por los vientos de componentes NO/O/SO, siendo predominantes el NO y O seguidos de los del SO y los N. Los vientos del S también se dan en cierta medida y el resto de componentes son escasos, soplando siempre todos con una intensidad media de fuerza 4/5 Beaufort, siendo quizás el viento del E el más flojo así como el menos probable. En el verano Austral el índice de calmas es prácticamente nulo así como el de vientos mayores de fuerza 7 a excepción de las depresiones que se muevan por esas latitudes.
No obstante, los navegantes siempre deberán tener en cuenta que la información en la que se basan las proporciones de vientos, sus intensidades, direcciones, frecuencias de temporales o calmas y demás fenómenos meteorológicos están basados en estudios estadísticos y se reflejan en publicaciones como las “pilot charts”, derroteros y otros libros de navegación.
Dicho esto, se deberá contar con la posibilidad que otras circunstancias y fenómenos meteorológicos se pueden dar sin que por ello haya constancia en dichos estudios, es más, en las últimas décadas se observan fenómenos no “excesivamente normales” en lugares del planeta que no se habían producido con anterioridad.
El ser humano está influyendo intensamente con sus hábitos a una anomalía global, sobre todo en fenómenos meteorológicos asociados al cambio climático, con lo cual, toda información histórica y documentada es buena y se ha de tener en cuenta. Sin embargo, el estudio intenso de las condiciones del momento y de la previsión a corto y medio plazo de la zona por la que se está navegando será una de las labores más importantes de los patrones de la GSC.
Esperando que todos los participantes de la GSC dejen de largo por su estribor Tristán da Cunha, Gough y demás islas remotas del Atlántico sin la necesidad de buscar su refugio y que encuentren los ansiados vientos del oeste que les hagan “ganar millas” para internarse en la grandiosidad de los Océanos Australes.