Xavi Altamirano. SUITE INFORMACION.– Se lo tengo que achacar a muchas razones, como que es la categoría reina más cara de ganar de la historia, que la igualdad de las motos ya da oportunidades a otras marcas a ocupar escalones en el podio, a que los pilotos son máquinas fuera de serie que se pegan por milésimas para entrar en los 10 primeros en la Q1; pero las «cabecitas son otra cosa» un psicólogo deportivo es indispensable en estos equipos, donde no se, si hace más falta a los pilotos o a los propietarios en el caso del VR46.
En una salida en aparente orden, bastó un simple corte de puño de gas en la moto de Marc, para que su hermano le arrancase la aleta de babor del colín de su Ducati. A partir de ahí el pequeño de los Márquez no levantó cabeza —nunca mejor dicho— embistió a Diganntonio lo que le costó una long-lap definitiva para fastidiarse el gran premio.
Pero no solo él tenía la cabecita mal ordenada, Morbidelli con el subidón de ánimos al ganar el FP1 del viernes y las presiones del líder «Valentino» , optó por salir como un cohete sin pensar en nada; Marc al verlo pasar, diría «donde vas animal» te quedas sin gomas en un rato.
Lo de Bagnaia con los viernes sin andar, y los domingos haciendo unos cronos capaces de llevarlo desde un 11 en parrilla a un podio, merece 100 horas de terapia de la legión de psicólogos que necesita esta parrilla de descentrados.
En medio de esta jaula de grillos, un Marc con mucha diferencia en lo referente a salud mental, pilotó, planeó y ganó las dos carreras con suma facilidad.
Un desastre la caída de «Martinator» que ha resultado carísima en lesiones; cuando vienen mal dadas, vienen mal dadas. A ver si Marc le puede echar una mano en orientarlo para salir del bache; él lo entiende como nadie.
A pesar de todo lo descrito, disfrutamos de un:
EXPECTACULO DE CARRERA DE LOS QUE HACEN AFICION
ME GUSTAN LAS MOTOS