Una vez dada por terminada la pandemia, esperemos que no rebote, el turismo de golf en España se enfrenta a un nuevo ciclo repleto de ilusión, aunque no exento de incertidumbres.
Como ya hemos comentado en ocasiones anteriores, el Turismo de Golf en España movilizaba anualmente antes del COVID a casi 1.200.000 jugadores, mayoritariamente europeos, que realizaban una cifra cercana a los 4 millones de rounds, por lo que su peso en la actividad de nuestros campos era de aproximadamente el 40%, con algunas zonas como Andalucía, Cataluña, Levante y las islas con unos porcentajes muy superiores al 50%.
Evidentemente este movimiento, tanto de jugadores, como de rounds, se deterioró durante los años pandémicos del 2.020 y 2.021, aunque en ese último ya hubo una importante recuperación a partir del otoño. Ahora la cuestión estriba en prever como va a ser la evolución de este importantísimo flujo de visitantes y utilizaciones en nuestro parque de campos. Lo cierto es que no es fácil sacar la bola de cristal y predecir con certeza como se va a comportar ese turista de golf europeo en sus desplazamientos a disfrutar de su deporte en los campos del sur de Europa, en los que España es líder indiscutible con más de un 30% del total, a partir del inicio de la temporada alta, que empieza a final de septiembre y se extiende hasta abril-mayo con los paréntesis pre y post navideños.
¿va a crecer, o bajar, el turismo de golf en España después de la pandemia?
En circunstancias “normales” la previsión sería bastante sencilla de hacer, ya que se daban dos factores muy favorables, crecimiento importante de jugadores en casi todos los países emisores, y el apetito acumulado durante dos años de restricciones de salir a disfrutar del golf al sol cuando los campos de origen están en hibernación. Pero, ya no sé si alguna vez volveremos a lo que se pueden denominar como circunstancias normales, por la cantidad de factores externos no normales a los que nos vemos sometidos de unos años a esta parte.
Como nos gusta mojarnos, vamos a intentar analizar los factores positivos y negativos que van a tirar hacia arriba o hacia abajo en lo que nos va a pasar en cuanto a la actividad turística de golf.
En cuanto a los factores positivos, aquellos que deberían contribuir a que las cifras fueran mejores que las de la pre-pandemia, podemos destacar los siguientes:
– Notable incremento del número de jugadores en los países europeos. En algunos casos la pandemia ha generado crecimientos de hasta el 20% en varios de los países que más jugadores “emiten” a nuestros campos en los meses invernales.
– “Efecto champagne” de demanda acumulada durante dos años de restricciones. En ese sentido cada vez se percibe el viaje de golf al sol como casi una necesidad, más que como un capricho.
– Aumento imparable del tele-trabajo que incidirá en mucha mayor facilidad de instalarse en localidades externas a las residencias habituales durante mayores periodos de tiempo.
– Incremento de conectividad de los aeropuertos españoles en las zonas de turismo de golf.
– Posible, aunque no clara, mejora de la paridad libra-euro lo que mejoraría la capacidad de gasto de los golfistas británicos, nuestro principal mercado.
– Impacto internacional de la Solheim Cup que se celebrará en España el próximo año y que tendrá una gran cobertura televisiva.
Existen un importante número de factores que deberíán incidir positivamente
Aunque seguro que se podrían describir otros factores positivos, los mencionados son bastante tangibles.
Y en cuanto a los elementos que pueden restar dinamismo a las intenciones de venir a jugar al golf a España en la inminente temporada alta, podrían estar estos:
– Inflación. Aunque esperemos que vaya remitiendo, las actuales cifras están mermando de una manera nítida la capacidad de gasto extra de los europeos, ya que el gasto cotidiano se ha disparado por el alza de precios.
– Crísis energética. Además del imparable aumento de los costes de energía, electricidad, gasolina…aparece la amenaza de posibles restricciones de suministro de gas ruso con la zozobra que eso produce en la sociedad europea.
– Guerra de Ucrania. Es una amenaza latente en el resto de Europa de forma que menoscaba la confianza para hacer vida “normal”.
– Aumento de los precios de los distintos elementos que componen los “paquetes” turísticos, hoteles, rent a car, restaurantes…
– Recuperación de destinos competidores, Marruecos, Turquía, Túnez…que habían estado más restringidos que España durante la pandemia.
Tambien en este apartado de aspectos negativos se podrían describir algunos otros, pero los anteriores son suficientemente contundentes.
Pero los factores externos que nos rodean en estos momentos hacen que el veredicto sobre la evolución a corto plazo sea incierta
Una vez expuestos los “pros” y “cons”, no resulta fácil hacer un vaticinio concreto, ¿va a subir, o vá a bajar el Turismo de Golf en España en España en los próximos meses en comparación con la pre-pandemia?. Mi opinión, con todo el riesgo de equivocarme, es de que va a subir. Los motivos de esta afirmación no son otros que, creo que los aspectos positivos van a seguir altos y que, en cambio, los negativos van a mejorar, aunque no oculto que esto sea más un deseo que algo racional.
En cualquier caso, y al margen de todos los factores citados, ya que todos son externos, y sobre los que poco podemos incidir, lo que queda claro es que todo aquello que depende de nosotros, servicio, servicio, servicio!!!!! sigue siendo algo en lo que no podemos dejar de progresar y demostrar que nuestra Industria de Golf Turística va a seguir progresando en el camino de la excelencia.
Gracias por la atención.
Francisco Aymerich
CEO