M. Recio. suiteinformación.- El discurso del presidente Milei en el recientemente celebrado Foro de Davos fue demoledor. Tras afirmar en su inicio que Occidente está en peligro, explicó cuáles eran las razones de esta futura y previsible hecatombe financiera.
El colectivismo mata y unido a los intereses de las grandes corporaciones empresariales, es sencillamente letal para las clases medias.
El poder político trabaja constantemente para engordar un Estado que a base de regalías al ciudadano cada vez más empobrecido, les asegura el siguiente mandato. Repartir lo escaso a base de generar deuda pública incontrolada y de forma tan abusiva como irresponsable, es la fórmula seleccionada. Mientras, los beneficios de la gran empresa da unos resultados medios estadísticos de crecimiento y creación de riqueza absolutamente falsos.
Ya pagarán otros.
Olvidan que el derecho a la vida, la libertad, la igualdad y la propiedad son los pilares fundamentales sobre los que se asienta el progreso y el bienestar de Occidente.
Con anterioridad a la era industrial más del 90% de la población mundial era pobre de solemnidad. Nuestra economía nació en su inicio del esfuerzo personal y familiar de los artesanos. La libre empresa, sólo puede crecer dentro de un mercado libre, que genera empresarios de éxito, que bien pudieran ser considerados como héroes, según afirma acertadamente Milei.
Las grandes corporaciones no juegan con las mismas reglas que el pequeño y mediano empresario, los autónomos… verdaderos luchadores por alcanzar un nivel económico que les permita subsistir, con unos mínimos ingresos, junto a su familia.
El Estado obeso les esquilma y empobrece mientras observan con asombro en que se malgasta el dinero recaudado.
Hoy estamos viviendo el ensamblaje de las grandes multinacionales con estados dirigidos por socialistas ávidos de poder que aplican conceptos trasnochados en su acción política tan mentirosos como envenenados.
Pero en nuestra democracia partidista las ideas geniales dan miedo si no van firmadas por unas siglas tradicionales adobadas con tufo centrista.
Si Javier Milei hubiese nacido en Zafra y se hubiera presentado en su circunscripción liderando el Partido Libertario, no habría superado el 5 % del voto emitido, obligándole a volver a dar clases de teoría financiera en la Universidad de Extremadura.
El humo de las siglas ciega los ojos de los electores y repiten sus errores al depositar su voto como si de una apuesta se tratara. Así es imposible generar cambios profundos y en la dirección correcta. Mientras habrá que seguir sufriendo el robo fiscal y la cita previa. A disfrutar de lo votado. M.Recio.