Esta decisión no es casualidad, viene motivada por el anterior teniente de alcalde, José María Calado, de Izquierda Unida, partido que formó parte del gobierno local en la anterior legislatura. Calado, conocido antitaurino, ya causó polémica por la negación del espacio con fines taurinos, además de subrayar en diversas ocasiones su negativa a que Espartinas acoja corridas de toros, un espectáculo legal y amparado por la ley. El equipo de gobierno actual se escuda en la prioridad de otros asuntos para no destinar dinero en rehabilitar un edificio que pertenece a todos los ciudadanos del municipio.
Tras los nuevos comicios, el PSOE gobierna en solitario, algo que los aficionados espartineros vieron como una posibilidad para el regreso de los festejos taurinos al municipio, pero estaban lejos de la realidad. El PSOE ha querido alargar la carrera política de Calado colocándolo en la concejalía de Memoria Democrática, para la que se entiende que sí hay dinero.