Foto cortesía de Jean-Luc Van Den Heede
Detrás del telón del Global Solo Challenge (GSC), conocemos a un verdadero lobo de mar, el famoso navegante solitario francés Jean-Luc Van Den Heede, quien ofrece sus valiosos consejo y apoyo a muchos patrones del GSC. Profundamente convencido de la solidaridad entre marineros, seguirá este nuevo evento, caracterizado por sus salidas escalonadas, con gran pasión, un desafío que promete ser emocionante y lleno de suspense.
Este veterano de las circunnavegaciones ha completado seis vueltas al mundo: el BOC Challenge en 1986 y 1995, el Vendée Globe en 1989-1990 y 1992-1993, y el Global Challenge en 2004, durante el cual realizó una circunnavegación hacia el oeste contra vientos y corrientes dominantes, convirtiéndose en el indiscutible titular de este récord. También enriqueció sus logros al ganar la primera edición de la moderna Golden Globe Race (GGR) en 2018, una regata «a la antigua», navegando con un sextante y sin comunicaciones externas, siguiendo los pasos de los pioneros que emprendieron, por primera vez en la historia, esta circumnavegación sin escalas en 1968.
Sobre el formato del Global Solo Challenge, esta nueva vuelta al mundo en solitario sin escalas que comenzará el 26 de agosto desde A Coruña, Jean-Luc Van Den Heede comenta: «Es un formato emocionante. Muchas personas sueñan con circunmavegar el globo, y es mucho más emocionante si hay otros marineros haciendo lo mismo que tú, en lugar de embarcarse en tal empresa solo. Creo que este concepto innovador permitirá a barcos muy diferentes, de diferentes clases, competir en tiempo real. La idea de tener salidas escalonadas para concluir con un final teórico en tiempo real es muy atractiva. Será una especie de carrera de persecución, donde los más rápidos intentarán alcanzar a los más lentos, que comenzaron antes. Será divertido.»
En un desafío tan exigente, las dificultades son numerosas. Con su vasta experiencia en estas aventuras, Van Den Heede afirma: «El verdadero reto para los competidores es estar en la línea de salida. De hecho, aunque inicialmente se han inscito muchos patrones, solo unos veinte tomarán la salida. Por lo tanto, el primer obstáculo a superar es encontrar un barco adecuado para participar. Esto requiere tiempo, dinero, posibles patrocinadores y quizás incluso la ayuda de un equipo. Estar en la salida de una regata alrededor del mundo es un desafío en sí mismo. Tras el inicio, el otro gran desafío es llegar a la línea de llegada. Por ejemplo, durante la última edición de la Golden Globe Race de 15 participantes, solo 3 la terminaron, es decir, 1 de cada 5. A pesar de que los barcos de la GSC están más orientados a la competición que los de la GGR, todavía podrían tener que enfrentarse a averías, como en todas las vueltas al mundo. Sin embargo, espero que la mayoría de los inscritos puedan completar su circumnavegación.»
Si dividimos la vuelta al mundo en tres etapas: desde la salida hacia Ciudad del Cabo, la travesía en el Gran Sur y, finalmente, la subida desde el Cabo de Hornos hasta la meta en A Coruña, el navegante francés explica su visión para gestionar mejor cada una de estas etapas: «El GSC tiene una particularidad en comparación con, por ejemplo, las regatas de la clase Imoca y la GGR: los participantes comenzarán en fechas muy diferentes. Por lo tanto, las condiciones meteorológicas no serán las mismas para los patrones que comiencen primeros en septiembre y aquellos que empiecen últimos en diciembre/enero. Cada participante tendrá que adaptar su estrategia a sus propias condiciones meteorológicas. La primera etapa hacia Ciudad del Cabo es esencialmente táctica. Algunos, como hacen los participantes del Vendée Globe, podrían optar por descender el Atlántico acercándose a Brasil, mientras que otros podrían preferir una ruta más directa, como fue el caso durante el GGR en 2018. Las elecciones tácticas en respuesta a las condiciones meteorológicas serán decisivas en esta primera fase. Para la segunda etapa, la navegación será principalmente con vientos portantes. El objetivo es simple: navegar rápido, sin dañar el barco hasta el Cabo de Hornos. Pero cuidado, navegar rápido con el viento a favor siempre conlleva riesgos.»
«En la última etapa virtual de la circumnavegación, después de doblar Cabo de Hornos, muchos piensan que ya casi están, pero la navegación sigue siendo desafiante, especialmente debido a los cambios en las condiciones climáticas en este largo tramo hacia el norte. Navegando por el Atlántico Sur, cruzando el ecuador, pasando por las calmas ecuatoriales y luego enfrentandose a vientos de ceñida, a los alisios del norte en el Atlántico Norte: aun queda mucho para el final. Además, los barcos ya están «cansados», ya que se han desgastado durnate las dos etapas virutales anteriores. Es esencial perseverar tanto el navegante como el barco hasta el final. Será un evento emocionante de seguir, incluso consideré la posibilidad de participar, pero al final el proyecto no tomó forma. Sin embargo, encuentro este evento innovador y cautivador.»
VDH, reconocido como uno de los más grandes navegantes de nuestro tiempo, siempre ha mostrado una gran disposición para ayudar a los patrones en busca de consejo, demostrando una humildad y simplicidad únicas, a pesar de sus extraordinarios éxitos. Surge naturalmente una pregunta: en las regatas oceánicas de hoy, ¿todavía existe esta profunda solidaridad entre los competidores? ¿Y cuánto puede realmente enriquecer una regata? «Creo que depende de las regatas. A medida que los participantes se vuelven más profesionales, sus intereses pueden divergir. Aunque, por supuesto, en el mar cualquier competidor acudiría en ayuda de cualquier otro, a veces pueden surgir diferencias dentro de una clase. Para mí, el espíritu de equipo es esencial.»
Al hablar de reutilizar embarcaciones existentes en lugar de la actual tendencia de construir nuevos barcos en nombre de la innovación, Van Den Heede tiene una opinión clara: «Estoy a favor de reutilizar barcos ya construidos, posiblemente restaurandolos para darles una nueva vida, para que pudean seguir navegando. A lo largo de los años, la clase Imoca ha sufrido varias evoluciones, los barcos que se producen actualmente están diseñados para durar entre 10 y 20 años como mucho, después de este tiempo su potencial de uso disminuye. Sin embargo, los barcos con los que participé en las dos primeras ediciones del Vendée Globe todavía están operativos y son utilizados por particulares como cruceros. Tengo dudas sobre la longevidad de los últimos barcos con foils: incluso si lograran no quedar obsoletos en dos décadas, aún serían superados por modelos más nuevos y rápidos. Esta constante búsqueda de innovación parece no tener límites. Por esta razón, valoro eventos como el Global Solo Challenge o la Golden Globe Race, que priorizan barcos ya en uso y accesibles al público general. Se trata de eventos prestigiosos y al mismo tiempo respetuosos con el medio ambiente.»
Enfrentarse a una vuelta al mundo es sin lungar a duda un gran desafío, plagado de momentos de intensa fatiga y desaliento. Pero para VDH, decidir embarcarse en tal aventura es una decisión meditada. Incluso en las situaciones más desafiantes, es esencial mantener alta la motivación, evitando quejas. Cree firmemente que cada patrón debe encontrar esa chispa personal que los impulse hacia adelante, buscando inspiración al medirse con otros competidores. «Dar la vuelta al mundo en solitario, a bordo de tu propio barco, es un privilegio que muchos admiran y muchos envidian. En momentos de incertidumbre, es crucial recordarte a ti mismo la extraordinaria oportunidad que tienes. Todo lo demás se convierte en una cuestión de determinación. En el GSC, la competición estará muy viva ya que los patrones podrán monitorear las posiciones de sus rivales. El objetivo es alcanzar a los que van adelante e intentar no ser superado por los que vienen detrás. Es un juego interminable que te mantiene al borde de tu asiento, a diferencia del GGR, donde la posición de los otros participantes es incierta. Cada día ofrecerá su dosis de suspense: ¿hemos adelantado a un oponente o nos han pasado? Hay una sana rivalidad. No poder comunicarse y no saber dónde están los otros competidores, para mí, reduce el atractivo de la circumnavegación. Durante mi participación en el BOC Challenge o Vendée Globe, saber dónde estaban los demás me motivaba. En 2004, cuando establecí mi récord para la vuelta al mundo en sentido contrario y estaba solo en el mar, me comparaba constantemente con el rendimiento realizado por Philippe Monnet, quien, habiendo partido de Brest en enero de 2000, lo completó en 151 días, mientras que yo dí la vuelta al mundo en 122 días y mi récord aún no ha sido superado, para monocascos. En esos momentos, cuando ya tenía, por ejemplo, una ventaja de 15 días sobre Philippe, intentaba llevarla a 16 o 17, para aspirar a más. Siempre he sentido la necesidad de competir y de superarme a mí mismo.»
Durante una regata de tal duración, es esencial permitirse momentos de confort y placer. Para VDH, celebrar los pequeños logros es esencial. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que con tus comidas favoritas? «La nutrición no es solo una necesidad, sino un ritual que marca el paso de los días. Ayuda a establecer una rutina y nos permite percibir el paso del tiempo. Por ello, es vital tener a bordo los alimentos que amamos. Yo, por ejemplo, hago hincapié en marcar hitos significativos con pequeñas celebraciones: cruzar el ecuador, pasar al sur de Ciudad del Cabo, Navidad… Celebrar cada objetivo, incluso el más pequeño, hace la larga circunnavegación más llevadera. Segmentar la regata en diferentes etapas virtuales ayuda a enfrentarse mejor a cada fase de la regata. ¿Y algo que nunca podría faltar en mi cocina? Durante mi segundo Vendée Globe, olvidé llevar chocolate. ¡Como lo eché de menos!»
VDH admite que, dado que el GSC aún no ha comenzado, es difícil hacer predicciones sobre los favoritos. Ha conocido a varios patrones que participarán en el desafío, y otros que finalmente se retiraron. «El elemento clave en el GSC es tener un buen rating que refleje con precisión el rendimiento de tu barco. El evento está regulado por el rating IRC, por lo que es esencial tener una valoración que corresponda a la velocidad real del barco. Si hubiera participado en este evento, habría elegido mi Wasa 55, LET’S GO, con el que di mi primera vuelta al mundo durante el BOC Challenge en 1986, quedando en segundo lugar. Este barco aún navega, tiene un excelente rating IRC, se desempeña bien con vientos portantes y es muy seguro. Seguiré de cerca la evolución del GSC. En mi opinión, aquellos que comiencen más tarde probablemente no tendrán la oportunidad de alcanzar a los que salieron primeros. Veremos.»
Concluye enviando un mensaje de aliento a todos los patrones del GSC: «Ante todo, espero que sean plenamente conscientes de la suerte que tienen al encontrarse en la línea de salida de un evento tan significativo en sus vidas. Mi mayor deseo es que tantos como sea posible lleguen a la línea de llegada y que, idealmente, cinco de ellos lleguen allí el mismo día, en el mismo momento.»
¡Un gran agradecimiento a Jean-Luc Van Den Heede y buenos vientos para este gran lobo de mar!